12 de mayo: elecciones de la juventud

“PARA FORJAR UN MEJOR DESTINO: ME QUEDO EN MI PAIS”                                                      

              No son tiempos electorales; es tiempo de trabajar y proyectar un mejor futuro para todos los uruguayos, con propuestas e iniciativas alentadas en el espíritu participativo de todas las generaciones: nuestros abuelos seguramente, volverán a sentirse eficazmente útiles aportando la experiencia a través de ese consejo extendido a sus hijos, primero, y a sus nietos después; nuestros padres, orientarán nuestro rumbo – a veces incierto- tras el cual trazaremos ese trillo mismo que es la Vida, y nosotros, los jóvenes… ¡Claro que estamos llamados a construir desde el presente ese futuro! Es como bien dice el Presidente del Honorable Directorio del Partido Nacional, Dr. Jorge Larrañaga: “Los jóvenes no son el futuro…son el presente”.   

 Es más, no sólo requiere este anquilosado Uruguay una empresa participativa a nivel generacional sino que, todos –absolutamente todos-, sin precinto ideológico alguno, acudir a la construcción de este país, el que se le pretende dividir a través de la confrontación y el resentimiento, ese no es, precisamente el camino que nos lleva al encuentro de un puñado de habitantes de este globo celeste, que han tenido en suerte, nacer, y ver nacer, educarse y educar, criarse y criar hijos a quienes se les legará un país rico en potenciales; los que, brotan no sólo de las bondades de esta tierra, de sus ríos y de su mar, sino que su Gente es el patrimonio más rico de los Orientales. Aquí, no vale la pena discriminar entre frenteamplistas, por un lado, blancos, colorados e independientes por otro, sino el tesoro nacional más grande que debemos cuidar todos  es a todos los uruguayos; los que estamos aquí (y no somos más que un pequeño barrio de la ciudad de San Pablo, en densidad demográfica) y aquella Patria Itinerante que la conforman los que están en diversos rincones del mundo, lugares que hoy, siguen –más que nunca- recibiendo jóvenes afanosos de oportunidades, en el 2005 se fueron 14.000, el año pasado 17.000, esta curva ascendiente preocupa sobremanera a quienes nos quedamos aquí, despidiendo a amigos y vecinos, con quienes compartimos buena parte de nuestras vidas. 

    Por esto, nuestro Partido; el Partido de Oribe, de los defensores de las leyes; el Partido Blanco de Leandro Gómez, Timoteo Aparicio, del Gral. de “Poncho Blanco”; el Partido de la Nación, de Herrera y de Wilson; el Partido de la Juventud por siempre, convoca a todos los jóvenes – a todos – a forjar el mejor destino de la única herencia que nos legarán nuestros mayores, cual ente colectivo repleto de valores patrimoniales que conforman este país decretado por Alguien a ser un suelo de paz y prosperidad. Pues, el primer bien, ya lo hemos recuperado –no lo despreciemos (es que, otros lo ansían con vehemencia febril), sólo debemos enfocar nuestros mayores esfuerzos individuales, en aras de ese supremo interés colectivo: la prosperidad nacional. Por eso, este partido ha tomado para sí, la denominación actual: Partido Nacional.     

  No es un rótulo o etiqueta, sino el contenido mismo de una divisa que aflora con efervescencia insaciable, donde sus hombres, mujeres y nosotros, los jóvenes, no tenemos otra ambición personal que la mejor fortuna para todos los uruguayos; es el Partido que confía no en su éxito electoral por el trabajo militante de los jóvenes, sino que a ellos les propone, participar de la vida política no de la interna de esta colectividad, sino a ser constructores de la vida nacional, o de cada uno de los diecinueve departamentos que conforman al Uruguay: ediles locales, ediles departamentales, diputados y senadores, a penas acceden a estos cargos electos por el Pueblo con el mínimo de las edades requeridas por la Constitución para representarnos a todos. Lo mismo ha sucedido, en la conformación de tantos ejecutivos comunales nacionalistas, como gobiernos nacionales.     

 Ahora el Partido Nacional, te llama a vos, a que te unas a esta empresa constructora que tiene una “historia laboral” de 170 años, repleta de “Valores y Principios” sustentados en un Uruguay Para Todos.