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Agrupación DORVAL SILVERA SARAVIA

“EL GOBIERNO SE EMPECINA EN DESATAR UNA CRISIS SIMILAR A LA DEL 2002”

     Con franqueza podemos vaticinar el desate de una nueva crisis económica de similares características a las vividas hace ya 5 años, y aún perduran sus efectos; es que, la puesta en marcha de la reforma tributaria a partir del 1º de julio, provocará una conmoción económica de la cual, pueda surgir la emigración de capital nacional hacia el exterior, a los efectos de eludir la novel imposición tributaria.

       El Uruguay a fines del 2004 pudo imponer un repunte en la economía nacional, empero, ya en el primer trimestre del 2005, se percibió una sentida desaceleración de la economía, sumado esto a un brutal atraso cambiario (el que, prácticamente sobrevino luego de la devaluación del dólar frente al peso uruguayo en 2002).

        Aún no se han logrado conquistar el mercado chino o el mejicano, en este último  se habían concretado importantes avances en el último suspiro de la administración Batlle, los cuales se van disipando paulatinamente.

       El bloqueo de los puentes sobre el río Uruguay, ha impactado brutalmente en este último año, agravado en una temporada 2007 conmovida por el anarquismo provincial y federal que permea a distintos gobiernos de la República Argentina y que, afecta, directamente a nuestra sociedad, su convivencia litoraleña (con extensión hacia el interior del Uruguay) y a su economía; muestra de ello, han sido los millones y millones de dólares que ha perdido nuestro país por este conflicto gratuito y caprichoso.

        Es de consignar, que la panfletaria reforma en el sistema impositivo, donde se incumple esa desgastada promesa electoral donde aquellos que “tienen más, paguen más, y quienes tienen menos paguen menos”, para nada se aplicará, pues aquellos que tengan la posibilidad de hacer fugar a los capitales e ingresos de fuente nacional, a los efectos de eludir el malhadado impuesto a los ingresos, al trabajo y al capital, bajo el rótulo del Impuesto a la Renta de las  Personas Físicas (I.R.P.F.), lo harán; mientras que, aquellos que no hacen otra cosa que trabajar en este país, seguirán haciéndolo no ya, para subsistir sino que deberán engrosar los arcas del Estado, para continuar con expansión en número de cargos y funcionarios que ingresan a el. Ya no importa ese promocionado “Uruguay Productivo”, slogan tan difundido en 2004, que osó serlo sin contenido alguno, a la vista está lo que sucedió con el gasoil productivo; ni hablemos del aumento en la conflictividad laboral,  en el ámbito privado o público.

           Entonces, a sentido contrario de lo prometido en la campaña del “Cambiemos” propiciada  por el actual gobierno, va a pagar más quien trabaje más, este impuesto a la renta, trasluce con desenfado irrefutable su vocación a gravar el hecho de los ingresos, ya sea como resultado del trabajo o del capital (al gravar a la renta que se percibe por el arrendamiento), o peor aún, serán gravados aquellos ingresos que son el fruto de un ahorro coactivo  acumulado  durante la actividad laboral de los que hoy, constitucionalmente se les deberían mantener al resguardo de una época –quizá en el ocaso de sus vidas- de júbilo (aunque sus ingresos reales no les permita vivir de acuerdo a el verdadero contenido conceptual del término “júbilo”, de ahí el otro conocido como “jubilación”, menos aún será luego de la entrada en vigor de esta reforma).

          Sí a todo esto, le sumamos la afanosa inflación vivida por estas últimas semanas, donde en marzo la inflación superó el 0,9 % donde frutas y verduras mantienen sus precios al consumo, a la altura de la estratosfera, donde el morrón llegó a los $ 95 el kilogramo, por citar un ejemplo.

           Entonces, ¿que Uruguay quiere este gobierno? ¿La asistencia a través de planes donde el Estado provee de recursos, gratuitamente? ¿O un país que apueste al desarrollo integral? Ah… yo apuesto a esto último y Usted?

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