Lúquez presenta su noveno proyecto legislativo...

        Canelones es el campo propicio para el desarrollo de la actividad turística, en sus distintas expresiones o modalidades. Así, la gama de atractivos con que cuenta nuestro departamento, hacen de el, un lugar con potenciales inigualables en la región; pues, para muestra sólo basta con ojear algún que otro material de promoción de eventos y reductos turísticos.         Es necesario, dejar meridianamente establecido desde esta exposición que, el presente proyecto deberá ser remitido al Señor Intendente Municipal, pues algunas de sus disposiciones, que son integrales al conjunto normativo propuesto, deben ser analizadas por aquel ya que escapan a la iniciativa legislativa de esta Junta Departamental, a título de sugerencia o aspiración emergente de esta última. Es más, algunas de las disposiciones propuestas, quedan al margen de la competencia departamental, tomando necesariamente participación el legislador nacional (ejemplo de ello, es el artículo 2º numeral 3º del presente proyecto, entre otros).          Con esta propuesta normativa, Canelones abrirá surco en una nueva área institucional en el desarrollo de la gestión pública en la actividad turística departamental; desde la instalación de los Consejo Consultivos Locales de Turismo hasta la implementación del Servicio Departamental de Defensa del Turista, éste último se articula como necesidad, para el mercado interno del sector, por cuánto el turista es un consumidor que merece el tratamiento que dispone la normativa vigente: leyes 17.189 “Normas relativas a las relaciones de consumo” del 20 de setiembre de 1999 y 17.250 de “Defensa del consumidor” del 11 de agosto de 2000.          El presente proyecto, se sustenta en la necesidad de institucionalizar una nueva modalidad de descentralización administrativa, con la que se pretende iniciar, un proceso de transferencia de atribuciones (de las cuales, obviamente, esta Junta Departamental no posee la competencia para operar esas innovaciones normativas,  por su propia iniciativa, sino que será necesaria la intervención impulsiva del Intendente y, en su caso, del Parlamento Nacional).         Sólo hemos, apreciado la necesidad de trasladar esta herramienta con la que, se pretende, abrirle surco a la participación directa de la comunidad turística de Canelones en las políticas públicas de desarrollo y gestión de la actividad, quien bien tendrá su cabida, desde los Consejos Consultivos. Éstos no sólo elaborarán una agenda turística local, sino que podrán gestionar –previa autorización del Señor Intendente- proyectos, convenios, planes o programas, con instituciones públicas o privadas, departamentales o nacionales, que redunden en beneficio del turismo local. Por lo que respecta a la autorización del Intendente, obedece a la necesidad no de centralizar un poder en el Jefe Comunal, sino de evitar, por un lado, la dispersión de los esfuerzos que el Gobierno Departamental haya obtenido, o los pueda lograr, en aras del interés general del turismo para Canelones; y por otro lado, se evitaría una concentración que obste a un razonable equilibrio de apoyaturas entre las distintas regiones.