INUNDACIONES PROVOCADAS POR MOVIMIENTOS POLÍTICOS
Con las precipitaciones registradas en la madrugada de este 10 de enero, algunas calles de Juanicó se vieron anegadas, principalmente aquellas donde operarios de la comuna iniciaron –los primeros días de diciembre- una obra de arreglo en canalización obstruida en la esquina de las calles Chile y Nicaragua; obra que se demandaba desde hace unos 5 o 6 meses.
Empero, de buenas a primeras, personal afectado a la Dirección de Obras se retiró de Juanicó, sin finalizar los trabajos. Esto ha generado no sólo inconvenientes en el tránsito, sino que, ha provocado la anegación de las pluviales en cunetas aledañas a la obra inconclusa. ¿Qué sucedió? Nadie lo sabe a ciencia cierta. A más de un mes de hacer una zanja que inhabilita en un 50% el cruce en esa esquina, la que ha quedado injustificadamente descubierta, donde la IMC debe abonar, por concepto de alquiler por día, las balizas cuyo costo es por unidad y en dólares americanos, la Comuna gasta y el contribuyente sufre las consecuencias, exponiéndose a los peligros emergentes del estancamiento de las aguas (riesgo sanitario) así como la obstrucción del tránsito y los riesgos en provocar inundaciones en predios del entorno. Quizá fue peor el remedio que la enfermedad.
¿Cuáles pueden ser las causas de esta pequeña obra inconclusa? ¿Tendrá un componente político? Todo puede ser. Es que, esta obra –de forma oficiosa- pero con la voluntad de colaborar, fue solicitada por el edil departamental (nacionalista) Dr. Fernando Lúquez, la misma se realizó con una simple llamada y posterior recorrida con un jerarca de aquella dirección a efectos de hacer un relevamiento in situ. Fue así, que semanas después, operarios de la Comuna llegaban hasta Juanicó para aprestarse a la realización de esos trabajos. Pero… enterada que fue, por la vía de los hechos, la Junta de ediles locales (Junta de la ciudad de Canelones) de la ejecución de estas obras, pronto hubo de irrumpirse estos trabajos. Arguyeron al legislador departamental (y vecino de la localidad) que, la dirección se encontraba realizando obras en la ciudad de Canelones y ni bien finalizaran las mismas, volverían a Juanicó para terminar; también, se manejó el argumento de que no “se tenía camiones para traer más caños”. A los tres días, de la paralización de las obras, ediles locales del FA (vecinos de Juanicó) convocan a una reunión en plena calle Chile, a pasitos de la obra no finalizada; el motivo sería convocar a los vecinos para gestionar obras en el barrio; una plaza y las obras que el barrio necesita. Bueno. Todo esto ya está tramitado, sendos expedientes deambulan de una dependencia a otra de la IMC, hace meses. El quid de la cuestión radica en que estas iniciativas partieron de un edil departamental de la oposición, el Dr. Fernando Lúquez. Mala cosa para el oficialismo local. Quizá no se han dado cuenta, o no quieren dar el brazo a torcer que, “estamos en política para trabajar por el bien común de la sociedad, no nos seducen –en lo más mínimo- los intereses mezquinos”, señaló Lúquez.
Por otra parte dijo, “a este gobierno le cuesta mucho permitirle a la oposición constructiva un espacio para la colaboración, y hasta le duele los escasos logros obtenidos mediante esfuerzo, decisión y constancia. Realmente, parece ser que se alimenta un espíritu totalitario en el manejo del poder, donde sí no se es frenteamplista, sos mal político. Y ellos saben muy bien que esto no es así. Existe una especie de aplicación de ese refrán popular del perro de Telano; por que estas obras, como otras tantas, esperaban hace largo rato por alguien que se preocupara por ellas, y nadie hizo nada hasta que nosotros, con la única intención de que las mismas se realizaren, desataron ese desastre urbano en Juanicó. Este es un ejemplo de tantos otros.”
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Roberto -