JUANICÓ, SIGUE DIVIDIDO EN DOS...
En este período legislativo, el 2 de diciembre de 2005, cuando el edil departamental Dr. Fernando Lúquez Cilintano (PARTIDO NACIONAL), en una exposición verbal presenta ante la Junta Departamental de Canelones, la aspiración tendiente a que Juanicó, contase con una Junta Local (según consta en Carpeta 522/05 – Oficio 515/05), a partir de la integración política de las restantes 29 autoridades locales, con sus respectivos ediles locales.
Dicha aspiración, no contó con la voluntad política de esta administración, pero sí se comprometió el Intendente Municipal, el 2 de junio de 2006 (hace ya más de 2 años) que, Juanicó tendría una oficina administrativa y se respetaría su integridad comarcal; ese fue el resultado, de una reunión que mantuvo ese día, un grupo de representantes del Plenario de Comisiones Vecinales e Instituciones Civiles de Juanicó, con el Dr. Marcos Carámbula.
La reivindicación de respetar la integridad comunitaria, obedecía a que, según los planes (originarios de la administración) era que la Calle San Marcos (único acceso a la planta urbana de Juanicó) se tomara como límite entre las jurisdicciones de las Juntas Locales de Progreso (hacia el sur de dicha calle) y de la ciudad capital (de reciente creación), esto es, hacia el norte de la mencionada avenida.
En ese mismo documento que es entregado, en persona, al Intendente –el 2 de junio de 2006- no sólo firmado por: Prof. Carmen Charle (en representación de la Comisión Vecinal Pro-Mejoras de Juanicó), Heber Britos Herrera (en representación del Club Ciclista Juanicó), Horacio Peraza (en representación de la Agrupación de Vecinos de Las Violetas), Julio A. Moschetti (en representación del Instituto Histórico de Juanicó), Mtra. Miriam Garro (en representación del Centro CAIF – CARITAS) y Margara Artola de Valla (en representación del Plenario de Instituciones), sino que adhieren más de 1.340 voluntades de vecinos residentes en los distintos puntos de una extensión territorial próxima a los 160 Km2, es decir, de todo Juanicó.
Allí se rebate, con argumentos sólidos, la pretensión de dividir a Juanicó, en dos jurisdicciones. ¿Cuál es la principal inconveniencia para el desarrollo local que promueve esta pifia política? Precisamente, tiene dos factores: uno de carácter político, y otro, de carácter económico. Pues, en lo primero, permite que las decisiones administrativas que procuren el desarrollo de Juanicó (adoptadas por vecinos que no son de la localidad), llegaran de forma residual, es decir, primero se atienden y priorizan los asuntos municipales de la ciudad-sede de la Junta Local (es decir, la ciudad de Progreso, o en su caso, la ciudad de Canelones; después –en segundo lugar- vendría Juanicó). Dicho de otra forma: primero la metrópoli de la Junta Local, luego la localidad-satélite, la que es atendida con “lo que sobre”. Y ahí viene lo económico: el 100% de los recursos municipales (tributos y precios) generados en la comunidad de Juanicó, se repartirán según donde se generen territorialmente; esto es, en que punto del territorio se originan, serán volcados a las arcas de una u otra Junta Local. Es por eso que, el Intendente jamás podrá ponderar el esfuerzo fiscal de los contribuyentes juanicoenses, cuyos recursos deberían ser volcados en obras del desarrollo local de Juanicó, y no, en Progreso o Canelones, tal como sucede en la actualidad.
Existen al menos, dos contrariedades más, que violan la legislación vigente; es que, por un lado, se creó la Junta Local de Canelones, con una jurisdicción municipal establecida por decreto departamental (la que, a su vez, requiere intervención, del Parlamento Nacional, a sus efectos). Jurisdicción que se superpone con la de su vecina Junta de Progreso, pues, la primera se extendería hasta el Camino Albatros (hacia el sur) y, la junta progreseña –no se delimitaría en dicho camino- sino que avanza hacia el norte (en plena jurisdicción capitalina) hasta el Camino Al Gigante (esto es: Calle San Marcos, único acceso a la planta urbana de Juanicó). El casco urbano de Juanicó, con sus más de 1.300 habitantes, sigue dividido; no se respetó ni un ápice lo propuesto por más de 1.340 vecinos al Intendente.
Para muestra, basta un botón. El 1º de julio próximo pasado, el Club Ciclista Juanicó, fue notificado por cedulón de la Junta Local de Progreso (¿?) de un expediente 2008-81-1020-01733 Sector Recaudación (se adjunta copia escaneada). La sorpresa, por parte de sus directivos, no fue menor.
De corroborarse tal desconocimiento al decreto que crea a la Junta Local de la ciudad de Canelones, por parte de las autoridades de la Junta Local de Progreso, estaríamos frente a una segunda contrariedad, harto importante, y es que, ediles locales de Canelones, han realizado gestiones por Juanicó, en jurisdicción de Progreso. Ahí quedan, todas las inconveniencias de las que, hace más de dos años, un número no menor de vecinos vienen reclamando la instalación de una autoridad local en Juanicó; cosa que ya, no ocurrirá en esta administración.
Quizá, ésta sea una de las razones porque en Juanicó, se ha visto poco interés en resolver algunos temas municipales de vital importancia: arreglo de la Calle San Marcos (esa que sirve de límite entre dos juntas locales, algo realmente inédito), quizá también, han sido en vano, las gestiones puntuales en la Junta Local de Canelones, por la reparación del Velódromo “Omar Moizo”, que se encontraría en la jurisdicción de Progreso. ¿Acaso las autoridades municipales no conocen el ámbito de su competencia? Realmente, es para preocuparnos a todos. ¿Cuántas localidades en Canelones viven una símil experiencia municipal?
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