se propone la creación de la Telebiblioteca Municipal...
- Que, gracias a ciertos medios de comunicación, no sólo se ha salvado el obstáculo geográfico de las distancias físicas sino que se ha ganado cierto grado de acercamiento de los servicios públicos hacia el contribuyente o ciudadano. En términos de la ciencia jurídica, se ha ganado cierta desconcentración; en el sentido de que, las barandas de las oficinas públicas van –paulatinamente- constituyéndose en un elemento histórico de la administración estatal.
- Que, es menester acercar el diverso material municipal habiente en las bibliotecas (libros, revistas, etc.) a los canarios que, por razones justificadas, no puedan acceder a los locales destinados a dicho servicio, nos referimos a situaciones tales como: - Avanzada Edad.-
- Cierto grado de discapacidad.-
Razones ellas que, de cierta manera obstan a esa vocación artiguista de la cultura de los Orientales que residen en este departamento, y es que, nuestro Prócer decía, precisamente en 1815 que: “… Yo jamás dejaría de poner el sello de mi aprobación a cualquier obra que en su objeto llevase insculpido el título de la pública felicidad. Conozco las ventajas de una Biblioteca Pública y espero que V.S. cooperará con su esfuerzo e influjo a perfeccionarla, coadyuvando los heroicos esfuerzos de tan virtuoso ciudadano.” (Fragmento de la Carta dirigida al Cabildo, el 12 de agosto de 1815, del Gral. José G. Artigas).
Llévase implícito en la presente aspiración, el sentir de nuestro Prócer ahora emplazado en estas latitudes del siglo XXI, donde la tecnología nos brinda por doquier nuevas posibilidades de construir mejor calidad de vida de nuestros representados y de la “pública felicidad” al decir del Gral. Artigas.
En definitiva, el servicio de una telebiblioteca –que ya ha brindado satisfactorias respuestas en el Ayuntamiento de Madrid (España), por citar un ejemplo- permite el acceso desde el domicilio al material que existe en las bibliotecas del Municipio; promoviendo así, un importante incentivo de la lectura domiciliaria (algo quizá relegada en estos álgidos tiempos de la cultura del libro). Su funcionamiento parte desde un servicio telefónico gratuito –el que se pueda acceder mediante convenio a firmar entre la IMC y ANTEL-, sin descartar la posibilidad concomitante de la apertura de un sitio web cuyo contenido electrónico sea, precisamente, el desarrollo de los servicios de la primer Telebiblioteca del Uruguay.
Cabe señalar, como un requisito esencial el registro de los usuarios, de cuyo trámite municipal se expedirá un carné de usuario, que le permitirá gozar de las servicios de la telebiblioteca; para ello, podrá otorgársele validez especial a la Tarjeta Dorada Canaria (para el caso de los Adultos Mayores) y para las personas con capacidades diferentes (bastará, para la expedición de dicho carné, una constancia otorgada por las oficinas de la Comisión Nacional Honoraria del Discapacitado – CNHD, que certifique la inscripción que se lleva en el registro de esta Comisión Nacional).
Con estos dos requisitos indistintos, ya que por un lado, se estimulará la inscripción en el registro antes mencionado, así como en el incremento de la expedición de la Tarjeta Dorada Canaria, por otro.
Por último, la IMC podrá estudiar, a partir de la presente iniciativa, los mecanismos de préstamo a domicilio a los beneficiarios, en lo que se refiere al traslado de los mismos; esto puede llevarse a cabo, a través del mismo servicio de telebiblioteca, o mediante el esfuerzo de las distintas juntas locales del departamento.
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