En 2001, vecinos del balneario de Parque del Plata, formalizaron un expediente en la IMC; en la que el Yacht Club Solís Chico presentó, arquitecto mediante, todos los proyectos deportivos previstos, y pidió un terreno lindero, que nunca fue fraccionado como manzana. Dichos proyectos, siempre contaron con el aval del MVOTMA; a los cuales, nunca interpuso reparos o trabas.
El club presentó mucha documentación, incluso informes de marinos expertos en navegabilidad. Nunca se opuso Hidrografía del MTOP ni Prefectura. Sólo hubo una mano negra para que el dinero fuerte se destinara a Atlántida para el proyecto gigante que ahora todos conocemos como Altos del Águila con hotel, golf, sala de convenciones, y puerto abierto para cruceros y yates. Nada para navegación deportiva de los niños.
Hace casi unos 10 meses (actual administración), que el club fue declarado de Interés Departamental en lo que respecta a su Escuela de Navegación, que es la parte del club que funciona y la única que en realidad importa: la que, por ejemplo, organizó una exitosa regata (28 y 29 de julio de 2007), y que junta decenas de niños y un montón de adolescentes, todos los fines de semana del año, por una cuota accesible o subvencionada y en algunos casos a cuenta del propio club por ser niños insolventes.
El club presentó mucha documentación, incluso informes de marinos expertos en navegabilidad. Nunca se opuso Hidrografía del MTOP ni Prefectura. Sólo hubo una mano negra para que el dinero fuerte se destinara a Atlántida para el proyecto gigante que ahora todos conocemos como Altos del Águila con hotel, golf, sala de convenciones, y puerto abierto para cruceros y yates. Nada para navegación deportiva de los niños.
Mientras tanto, el club sigue sin tener espacio suficiente para construir la “guardería”, el lugar donde se guardan los Optimist, el barco a vela más pequeño para uso de los niños, usuarios mayoritarios de la Escuela de Navegación.
Para empeorar el ánimo de los vecinos, el terreno en disputa está declarado como un espacio de uso público, pero la intendencia nunca hizo nada de nada. Algo que molesta. Se mantiene limpio por el esfuerzo de los vecinos.
El club, claro está, se encargaría de toda la jardinería de un predio que hoy está abandonado, y está dispuesto a construir parrilleros con mesadas para uso público.
Por otra parte, el club está ubicado, como es obvio, junto a la rampa que se usa para botar y recuperar las embarcaciones.
El club no se puede mudar, a menos que construya otra rampa, una obra carísima.
(La rampa existente se construyó en el Uruguay de las vacas gordas, igual que todo el frontón que bordea la rambla del arroyo con escalinatas, sendas, muelles y escolleras para amarrar embarcaciones o pescar. Sería inimaginable poder construir algo así en el Uruguay empobrecido de ahora).
Y el terreno en disputa sigue siendo un baldío, mientras existe una comunidad de vecinos dispuesta a financiar su embellecimiento, con tal de tener un lugar donde guardar los Optimist, una actividad que recuperó la alegría y la esperanza para una zona que está determinada por un arroyo que ofrece condiciones excelentes de seguridad para la navegación, la natación o cualquier otro deporte acuático. (En verano también hay mucha moto de agua y lanchas para esquí acuático.
Enfrente al club hay un supermercado enorme, un hotel, una verdulería, puestos callejeros y vendedores ambulantes. Mucha gente vive de todo ese movimiento que depende de la gente que atraiga el club todos los fines de semana del año y todos los días de enero).
Ante este estado de la situación, dado que ha pasado mucho tiempo desde 2001, los vecinos del balneario se han contactado con el edil departamental Dr. Fernando Lúquez (Partido Nacional) a efectos de enterar a la Junta Departamental (como órgano de contralor que es respecto de la Intendencia Municipal), a lo que el legislador (miembro de la Comisión de Urbanismo del Deliberativo Departamental) solicitará “a adopción de medidas administrativas tendientes a la pronta resolución de este tema”; a lo que el edil considera “necesario para el deporte que, principalmente niños y jóvenes –no sólo de Parque del Plata-, sino de diversos lugares de Canelones y, departamentos vecinos, van a desarrollar en el Solís Chico, por las bondades del lugar y que, con un mínimo equipamiento puede potenciar al Club en un complejo de referencia departamental.”
De paso, el Dr. Lúquez reflexionó acerca de trámites municipales que viven el yugo de la burocracia: “Es imposible, ya permitir la existencia de expedientes y trámites que tienen en la IMC, un tiempo no acorde a las necesidades e intereses no sólo del vecino o contribuyente sino de la propia administración; pero este tema de Parque del Plata, no es el único caso, hay varios expedientes pasibles de resolución que tienen una vida en la IMC que van desde 10, 15 y hasta 20 años. Es una locura; debemos acortar plazos, buscar vías electrónicas de notificación, etc. En definitiva, mejorar la calidad administrativa utilizando herramientas que el siglo XXI nos provee.”
