"DESGOBIERNO E IMPROVISACIÓN"
La edición de situaciones políticas y gubernamentales, catalogadas como insólitas, ha superado nuestra capacidad de asombro, revelando altos grados de preocupación en la sociedad uruguaya; esto se debe, al comportamiento del gobierno referente al manejo de algunos temas: seguridad pública, subsistencia familiar, generación de trabajo, nuevo sistema tributario, son quizá, los temas más acuciantes del pueblo uruguayo, hoy día. Partiendo de la base que, la promesa electoral del “Uruguay Productivo”, es el gran ausente de la realidad nacional. Tampoco en la agenda del actual gobierno, se aprecian medidas tendentes a su aproximación; sólo hay buenas intenciones pero…de éstas está plagado el camino al infierno. Pues, un país agropecuario por excelencia, como lo ha sido Uruguay, hace exactamente 400 años, esto fue gracias a la llegada de Hernandarias y la introducción de ganado bovino y caballar. Sin embargo, hoy, en pleno gobierno progresista se ve, con notoriedad una regresión brutal en la materia. Es que, a principios de esta administración se inició una indiscriminada exportación de genética bovina “en pie” con destino a la ahora llamada República Bolivariana de Venezuela; vaciando, literalmente, nuestros campos de los “vientres” producto del esfuerzo de la biogenética nacional y de nuestros productores. Sí a esto se le suma las actuales condiciones climáticos, entre una excesiva sequía invernal acompañada de brutales heladas, hace todo un contexto natural que se adosa a la coyuntura política de medidas típicas de la improvisación y el desgobierno (como lo es, la necesidad de importar carne para bajar los costos en el mercado interno, parece ser una idea “de otro planeta”), a ello se suma el fiel reflejo de la virtud más simbólica del Frente Amplio, desde que se instaló en el gobierno, como lo es su afanosa vocación de incoherencia y contradicción permanente, tras la propuesta del Ministro Mujica en promover detracciones a las exportaciones de carne (iniciativa que, en 2004, -cuando el hoy oficialista José Mujica era oposición- fustigó severamente ungiendo con el adjetivo de “chorizo” a los promotores de aquella idea, que ahora él abraza calurosamente). Sí a esto se le suma el hecho histórico de que, ni siquiera en la crisis epidémica sobrevenida por la fiebre aftosa (2001-2002), el mercado cárnico nacional observó aumentos de esta naturaleza. Más bien, no hubo variaciones en el precio. Se nos plantea, una interrogante: ¿se pretende atribuir estos aumentos, a la situación climática actual? ¿Qué hubiera hecho el actual gobierno, frente a la situación sanitaria que vivió el país hace poco más de cinco años atrás? Ni pensarlo, es bueno. En fin, la subsistencia familiar se vuelve cada vez más irresoluta; el precio de la harina, consecuentemente el pan; los sucesivos aumentos en el precio del combustible y el frustrado e improvisado “gasoil productivo” (que sólo estuvo en la campaña electoral, y nada más); sumado esto al fresco conflicto lácteo, al largo y poco atendido conflicto en el sector pesquero, son algunas de las señales que está dando el “País Productivo”, acechado por falta de medidas programáticas y consistentes.
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