DEL ASOMBRO OFICIAL A UNA INICIATIVA CONSTRUCTIVA
Hace unos días, he leído en un portal de reconocida trayectoria en Canelones –que recogía la noticia de un medio escrito nacional-, que el actual Secretario General de la comuna, Prof. Orsi, se “asombró” al apreciar la actual situación forestal en el río Santa Lucía.
Sinceramente, me uno a su estado de preocupación. Aunque lamento, profundamente, el tiempo perdido de la actual y anterior administración comunal. Paso a recordar que el 2 de diciembre de 2005, con el apoyo de toda la bancada del Partido Nacional, el suscrito presentó –en su carácter de edil departamental- un proyecto de decreto tendente a establecer “Normas sobre Protección de las Zonas Naturales, Paisajísticas y Forestales del departamento de Canelones”, en él, se establecían políticas, planes y programas con el objetivo de cuidar las zonas boscosas de Canelones, colaborando con las autoridades nacionales, en materia de accidentes ígneos u otros desastres naturales. La creación de una Guardia Forestal se establecía en el articulado legislativo, pero jamás sancionado por la Junta Departamental de Canelones. Tampoco hubo, de parte del oficialismo, un proyecto legislativo alternativo, jamás.
Este proyecto, fue otra iniciativa que pasó a hibernar en los cajones de algún escritorio. Sin perjuicio de ello, contó en aquel momento con voces alentadoras de integrantes del Ejecutivo y técnicos de la Intendencia: los funcionarios Ing. Agr. Ramiro López e Ing. Agr. Silvia Ronzoni –Gerente Técnico- (Sector Parques y Paseos – Dirección Gral. de Gestión Ambiental), informaron por expediente A 288748 a fs. 2 que: “se considera muy positiva la iniciativa”, y que respecto a la creación de la Guardia Forestal Municipal consideran que: “–se comparten en todos sus términos lo propuesto en los distintos artículos que lo describen, en cuanto al perfil, preparación y/o requisitos técnicos que sean necesarios para desempeñar las tareas así como las obligaciones y competencias inherentes al cargo.
Los jerarcas llegaron a solicitar contar con "dos o tres de estos funcionarios en las Juntas Locales de Atlántida, San José de Carrasco, Pando, Las Piedras y Santa Lucía. Completando este despliegue con "un funcionario destacado en las Juntas de segundo y tercer orden (y) se cree oportuno que este servicio de Guardia Municipal de Bosques y Zonas Forestales esté supervisado directamente por un Ingeniero Agrónomo Orientación Forestal y que previamente evalúe el currículum y legajo de los funcionarios municipales que se postulen".
En fin, el tiempo pasó y, ahora, todos nos preocupamos por la situación de los bosques y montes ribereños del Santa Lucía, la tala indiscriminada de la flora y arboleda nativas. El avance de los cultivos extensivos como el sorgo o la soja, se produce a diestra y siniestra. Las autoridades del gobierno departamental, deberían adoptar medidas legales que regulen este fenómeno que a veces lleva a un desequilibro en la relación agro-ambiental de diversas regiones de Canelones.
Es probable que aquella iniciativa no fuera la ideal lo adecuada, pero se pretendía constituir en un punta pié inicial para un debate político de un tema que, después de ocho años, empieza a despertar preocupaciones, cuya problemática tiene origen multifactorial. La cuestión es que, el medio ambiente sufre ataques del progreso desde distintos frentes, y la falta de protección del patrimonio forestal departamental se constituye en un tema impostergable para estos tiempos. La conjunción de esfuerzos, locales, departamentales y nacionales, no debe tener dilación alguna. Canelones no debería esperar, a que llegue un gobierno, que no discrimine las iniciativas, según su origen político; hay que pensar y conjugar el verbo “hacer” en clave de departamento, donde nos encuentre a todas y todos, bregando por un mejor Canelones.
Dr. FERNANDO LÚQUEZ CILINTANO.-
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